AI: la armonía.
KI: el poder espiritual/energía.
DO: hacer el camino.
AIKIDO es la unión armónica entre la mente y el cuerpo. Se caracteriza por ser una forma suave y delicada de autodefensa.
MORIHEI UESHIBA (1883-1969), a principios del siglo XX, desarrolló el aikido a partir de determinados elementos de las artes marciales japonesas tradicionales.
Se fundamenta en el bushido (código de honor samurái), el cual contiene un conjunto de principios que preparan a un hombre o a una mujer para pelear sin perder su humanidad: justicia, cortesía, valentía, honor, compasión, sinceridad y lealtad.
El objetivo del aikido consiste en absorber la fuerza de ataque, desviarla y utilizarla de forma rentable para sí mismo. Esta forma pacífica y no violenta de autodefensa, se manifiesta en la estrategia del movimiento y en las técnicas del aikido.
Desarrollo psicomotriz.
Mayor flexibilidad y adaptabilidad.
Aumento de la resistencia física.
Fomenta el conocimiento personal.
Incremento de la autoconfianza.
Desarrollo de la sociabilidad.
Nociones de defensa personal.
El dojo (sala de práctica) es un lugar que te sitúa en el aquí y en el ahora.
Lo consideramos un espacio de desarrollo personal y encuentro humano.
El ambiente en el dojo se caracteriza por la serenidad, la concentración, la relajación y el respeto mutuo. Los pensamientos de la vida cotidiana quedan fuera y toda la atención se centra en el entrenamiento.
Las técnicas de aikido prefieren el movimiento fluido a la fuerza, lo que presupone una movilidad básica.
No obstante, comprobamos que la velocidad y la fuerza aumentan mediante el ejercicio regular, lo que contribuye a mantener la salud del cuerpo.
En principio, puedes empezar a cualquier edad.
En el aikido no existe la competición. Se trata de una particular característica que lo diferencia de otras disciplinas japonesas, tales como el judo o el kárate.
Los estudiantes interesados pueden realizar exámenes a determinados intervalos, pero esto no es obligatorio. Por lo general, existen seis grados de estudiante (kyu). A esto le siguen los títulos de maestría (dan/cinturones negros).
A partir del 2.º kyu se utiliza la hakama: prenda, con forma de falda pantalón, que portaban los antiguos guerreros japoneses (samuráis) o los altos aristócratas del Japón antiguo.